Editorial
Por Luis Arias

 

Se va la segunda


Creemos interpretar el sentimiento general de la sociedad argentina cuando decimos que no vivimos tiempos propicios para el cumplimiento de los sueños. Sin embargo, el Instituto de Formación y Perfeccionamiento Docente El Bolsón de El Bolsón no sólo ha realizado el sueño de publicar su revista sino que inaugura con estas líneas el número dos. Doble milagro, que no es poco. Pero no paran las cosas allí: desde la editorial del número uno pedíamos la colaboración de nuestros lectores proclamando que Papel Picado es una revista para escribir, un espacio abierto para todos. Y nuestra invitación fue ampliamente respondida. Es así que hoy publicamos artículos de un maestro, de una supervisora, de profesores de los institutos de formación docente de Bariloche y Roca y, lo que inaugura una nueva y orgullosa sección, dos cuentos de alumnos de una escuela de nuestra localidad.
Como siempre, presentamos artículos de los profesores de nuestro instituto, los que, sacrificadamente, colaboran escribiendo, corrigiendo, compaginando, enviando correspondencia, contestando la recibida, barriendo y ordenándolo todo: somos directores y cadetes de esta empresa de milagros y sueños.
En el centro de todo, contamos con el maestro Iglesias, mentor de tantas de nuestras reflexiones y nuestra labor docente. Reproducimos ahora los párrafos salientes de lo que fue su charla en octubre de 1995 en las Jornadas Patagónicas de Educación Rural. Los pensamientos del maestro merecen una observación atenta de parte de nuestros lectores, porque no tienen desperdicio en su deslumbradora sencillez.

Algo del mundo


Ahora aparecen los peros. No se puede ignorar el entorno social, político y pedagógico en el que aparece nuestra publicación. Del marco milenarista hemos preferido destacar la simultaneidad de la aplicación de la Ley Federal de Educación y la disminución de los sueldos docentes y las masas presupuestarias en muchas jurisdicciones. Y no por azar decidimos cruzar estos datos, porque si por una parte se proclama la profunda reforma de la escuela argentina, por la otra se contradice lo dicho en la base misma de su aplicación.
¿Se debe este fenómeno, acaso, al postulado que dice que en los países periféricos se legisla con independencia de la aplicabilidad de las leyes? ¿Qué hay en la irracional circulación de dinero que realizan los organismos centrales?
Y por último ¿creen los que deciden que la mera capacitación cambiará a la escuela?
Hasta la próxima.