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Convocatoria Eclipse de Sol 2007

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Tintín, salvado por un eclipse

Claudio H. Sánchez - Buenos Aires

En El templo del Sol (una de las aventuras de Tintín, continuación de Las siete bolas de cristal) Tintín y sus amigos están a punto de ser quemados en la hoguera por los incas. En el momento culminante, Tintín le advierte al jefe inca que la ejecución no es aprobada por el dios Sol. Y que, como prueba de ello, dejará de brillar durante unos minutos. Por supuesto, ocurre un eclipse y los incas, asustados, se apuran a liberar a los prisioneros.

Esto de asustar a los nativos con un eclipse es un recurso clásico de la literatura de aventuras. Entre otros, lo emplean H. Ridder Haggar en Las minas del rey Salomón y Mark Twain en Un yanqui en la corte del rey Arturo. Sin embargo, muchos opinan que es poco probable que el truco le pueda haber dado resultado a Tintín. Por muy atrasado que sea un pueblo (y los incas no lo eran) debían haber presenciado muchos eclipses y estar acostumbrados a ellos. Otros, en cambio, piensan que los eclipses totales de sol son muy raros y son observables en lugares distintos cada vez. Según esto, puede ser que un determinado pueblo solamente experimente un eclipse de sol cada muchas generaciones.

En cualquier caso, esto no es sólo un recurso literario. Lo hizo Colón en 1504 anunciando un eclipse de luna (menos espectacular que uno de sol) a los habitantes de la isla de Jamaica. Gracias a eso, se ganó el respeto de los nativos.


¿Quiénes son los primitivos?
No se sabe bien si los incas sabían predecir eclipses o si se habrían asustado ante un eclipse total de sol. Al menos, los expertos no están de acuerdo en esto. En cualquier caso tanto la historieta de Tintín, como Ridder Haggar o Mark Twain son decididamente injustos con los nativos porque el temor por los eclipses no es exclusivo de esas tribus supuestamente primitivas.

En El rey Lear, Shakespeare pone en boca de su personaje Gloucester: Estos últimos eclipses de Sol y de Luna no nos presagian nada bueno En las ciudades, rebeliones; en los campos, discordias; en los palacios, la traición; y los lazos entre los padres y los hijos, rotos.

Y aún hoy, en el supuestamente ilustrado y culto siglo XXI, hay hombres supuestamente ilustrados y cultos que creen que los eclipses anuncian catástrofes o que influyen en el curso de la historia. En 1997 hubo astrólogos que atribuyeron el accidente que le causó la muerte a la princesa Diana a un eclipse de sol que se produjo unos días más tarde.


La verdad acerca de los eclipses
Lo cierto es que un eclipse total de sol es un fenómeno muy espectacular para el que lo presencia: uno levanta la vista al cielo y, ahí donde uno debería ver el sol, no ve nada porque la luna lo está tapando. Pero eso solamente ocurre en una zona muy reducida de la superficie terrestre, de un par de cientos de kilómetros de diámetro: si la tierra tuviera el tamaño de una pelota de fútbol, esa zona sería más chica que una moneda. Para el resto del mundo, no sucede nada especial.

Es como cuando uno va al cine y una persona más grande se nos sienta delante: su cabeza nos impide ver la pantalla, tal como la luna nos impide ver el sol. Pero a la pantalla no le pasa nada y los que están sentados a nuestra derecha o a nuestra izquierda siguen disfrutando de la película. Es un problema local nuestro y no global, del cine.

De la misma manera un eclipse de sol no es en absoluto un fenómeno global, de alcance mundial. Además, el oscurecimiento dura solamente unos minutos.


Un eclipse cada veinticuatro horas
Alguien podrá pensar que, aunque los eclipses no sean fenómenos de alcance global, sí puede ser que afecte a los que se encuentren en esa reducida zona donde el sol parece apagarse. El sol es vida y dejar de recibir sus rayos debe tener alguna consecuencia. No faltan los astrólogos que declaran, muy sueltos de cuerpo, que las máquinas fallan con más frecuencia durante los eclipses.

Pero esto tampoco tiene sentido. Todos nosotros dejamos de recibir los rayos del sol varias horas durante la noche y, aunque nuestra vida está regida por la alternancia entre el día y la noche, no nos pasa nada raro por estar a oscuras. Si decimos que los eclipses se producen cuando un astro se interpone entre el sol y nosotros, podemos decir que todas las noches se produce un eclipse de sol para la mitad del mundo: cuando el sol se oculta detrás de la tierra y dejamos de verlo. Y nosotros tan tranquilos.


La venganza de los nativos
Así como no es justo que mostremos a los nativos como ignorantes que se asustan de un eclipse, la historia registra el caso inverso: nativos usando el eclipse para impresionar a los blancos. En 1806, el gobernador del entonces territorio de Indiana, en Estados Unidos, tenía problemas con un jefe indio que se proclamaba profeta y que desafiaba la autoridad de los colonos. El gobernador le envió una carta preguntándole si acaso él era capaz de detener el sol, de alterar el curso de la luna o de que los ríos dejaran de fluir. El profeta aceptó el desafío y anunció que, en cincuenta días, en un cielo despejado, el sol se oscurecería y que las estrellas brillarían en pleno día. Por supuesto, estaba prediciendo un eclipse. El eclipse se produjo según lo indicado y, aunque no asustó al gobernador, reforzó el prestigio del profeta sobre los nativos.

No se sabe cómo hizo el profeta para saber la fecha del eclipse, aunque es probable que el dato le fuera suministrado por espías británicos.

Claudio H. Sánchez
claudiofisicamente@yahoo.com.ar

 

 

¿Y el Eclipse de Sol?


Claudia C. Pérez Ferrer - Mar del Plata, 11 de septiembre de 2007

¿Qué hacía yo el martes 11 de septiembre a las 09hs argentina?
Miraba tras los cristales caer la lluvia como en la letra de los mejores tangos o quizás, un viejo bolero.
Pero para comprender mejor la imagen y los sentimientos, debemos remontarnos a los días previos.
Fue una semana de nervios, corridas, idas y venidas, sufriendo con el clima denso, húmedo y caluroso que presagiaba (o pedíamos) una tormenta... pero antes del 11 de septiembre.

Nuestra esperanza era que llegara y con fuertes vientos, lluvia y si tenía ganas, granizo, descargara toda la energía que sentíamos en este extraño "veranito" que estábamos viviendo.
San Juan, Santa Rosa, mucho no importaba el Santo con que se le relacionara, todos los aficionados a la astronomía queríamos que terminara ya el extraño baño de vapor que nos envolvía.
Esto se hacía evidente, mirando la costa. Se fundían cielo y mar en densos tonos de gris, verdoso y celeste.
De pintar un cuadro, en esta oportunidad hubiese elegido hacerlo con óleos, ya que es el medio que mejor hubiese reflejado la escena. Pequeñas pinceladas de naranja hubiesen bastado para representar las lanchas pesqueras que muy serenas vagaban junto a las costas, siendo lo único que rompía la monotonía cromática del paisaje.

Los pronósticos anunciaban la lluvia como "chaparrones"... pero no se producían. Fueron pasando de un día al otro hasta llegar al... "Durante el fin de semana"... ¡Ja!
Durante el fin de semana la ciudad literalmente de-sa-pa-re-cía bajo un manto de bruma.
¡No existían los altos edificios!... Ni la casa de la esquina...
"Chaparrones aislados"... que seguíamos aguardando...
El domingo 9 algunas gotas apenas nos hicieron creer que por fin llegaría nuestra "salvación". La de aficionados y curiosos que ansiosos aguardábamos poder ver el Eclipse Parcial de Sol...

Mientras tanto el trajín habitual, como nos pasa a todos, cuando uno de estos fenómenos está por producirse. Notas, entrevistas, artículos y difundirlo tanto como fuese posible para que todo el mundo pudiera disfrutarlo desde dónde fuese y en forma segura.
Aprontar telescopios, ajustarlos y buscar accesorios. Inventar pantallas y hacer una pequeña lista de las cosas que no debíamos olvidar.

Todo listo: nos reuniríamos para observarlo y mostrarlo al público en el frente del Museo de Ciencias Naturales desde las 07:30hs. ..Pero quedaba una sorpresa extra.
Tanto el domingo por la tarde como en el amanecer del lunes.... el Sol, aunque alto, se veía perfectamente dibujado y de un llamativo y poético color naranja-rosado que desconcertó a todos...
- ¿Eclipse de Luna?
- ¿Es el Sol o la Luna?
- ¿El Eclipse de Sol no es mañana?
- ¿Esto tiene algo que ver con lo de mañana?

Turner, aquel sutil pintor de paisajes brumosos y soles envueltos en velos de humedad y polvo, quizá les hubiese explicado mejor que yo... pero él no estaba, así fue como el día lunes, desde el despertar, me encontré con más llamados y las...
- "Dos preguntitas: el color del Sol y el eclipse. ¿Nos podés hablar de eso? Quedate en línea para salir al aire..."

Parecía que la niebla estaba dispuesta a quedarse a vivir con nosotros...
Una nueva esperanza o mala nueva: Aviso de temporal.
Quizá si durante la noche y madrugada se desataba la esperada tormenta, para el amanecer ya estuviese despejando... Aunque entre nubes pero ¡Había una posibilidad de ver el eclipse!

Lunes 10, 21hs, comenzó a tronar en forma extraña por lo continuo y sordo del sonido. Los relámpagos no se daban tregua.
22:35hs comenzó a llover en forma fina pero persistente...
... Martes 11, 06hs, sonó mi despertador al que paré de inmediato, casi de un salto y en ese momento escuché como continuaba cayendo la fina lluvia en el techo de mi dormitorio... Me relajé y me dejé caer nuevamente en la tibia almohada.


No había apuro... ¡No habría Eclipse!
Me levanté y miré por las ventanas... afuera era todo oscuridad pero vi, iluminadas por la luz del frente de casa, las gotas que semejan cristales pendiendo de las puntas de hojas y ramas decorando el jardín, el ciprés y el eucalipto...

Comencé mi día, como el resto de mis días, pero sin poder quitarme el eclipse de la cabeza... Ahora la "nublada" era yo. No de malhumor, con la melancolía de haber perdido algo.
A las 09hs, momento en que estaba ocurriendo el máximo del eclipse, me acerqué a la ventana, sosteniendo una taza humeante de chocolatada entre mis manos.
Me quedé mirando el paisaje, las nubes, la llovizna...

Resignada, alcé la vista y acomodando mi cabello, recordé que en julio del 2010 habrá otro de Sol.
Bueno, tres años no son tanto... pero antes, el 20 de febrero próximo ¡Veremos uno Total y completo de Luna!...
...Si el clima lo permite, claro.

--
"El que puede, hace; el que no, critica"
Dicho inglés
(...¡Y tratará de imitarte todo lo que pueda...!)


Claudia C. Pérez Ferrer
ACHERNAR - Difusión de la Astronomía
Tel: (0223)467-4368 Movil (0223) 155-268990
38º 06' S 57º 33' W - Mar del Plata - República Argentina
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Secretaria General de la SEDA
Sección Enseñanza y Divulgación de la Astronomía
Coordinadora Adjunta de la Sección ""El Cielo del Mes"
LIADA - Liga Iberoamericana de Astronomía
www.liada.net ó www.liada.net/universo/cielo


 

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